miércoles, 20 de abril de 2011

SOBRE LAS ELECCIONES, LA JUVENTUD Y ALGUNOS MERCACHIFLES.

Por Rodolfo Román Benites Presidente del Círculo de Estudios Cvltvra Legis, Alumno de Pre-grado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Privada del Norte.

Nunca me atrajo la política, la generación de los que nacimos en los ochentas y los noventas hemos crecido entre la corrupción y la ineficiencia, siendo educados en que los políticos son las personas que no tiene valores, y que trabajar en la administración pública es para aquellos que no consiguen trabajo en la actividad privada y que tan solo quieren enriquecerse a costa de los demás. Así también ciertos optimistas aducían que sí existen personas honestas y que trabajan para servir a la sociedad (no deseo en este artículo señalarnos como el pueblo), pero luego fui testigo de que aquellas pocas personas, terminan siendo despedidas de la administración sin ninguna gratitud y con el lastre de una serie de procesos judiciales.

Lo que quiero transmitir en las siguientes líneas son tan solo mis impresiones, pensamientos y perspectivas acerca de mi país, en ciertos puntos tal vez me pueda exacerbar en alguna medida, ello se debe a que escribo en parte con mi disgusto, impotencia y molestia por la actual situación, sin embargo no espero que me entiendan ni mucho menos estén de acuerdo conmigo, así también voy a dar explícitos nombres de todos los personajes a quienes me refiera y resto total importancia a la delicadeza que los mercachifles de la política enseñan para referirse a otros, porque como lo dije no soy político y en estos momentos siento una gran decepción, tan solo quiero decir lo que pienso.

Sobre el 10 de abril de 2011.

¿Qué pasó el domingo 10 de abril de 2011?, para mi es claro, los jóvenes nos dimos cuenta que somos minoría, aquel domingo pude sentir de que lo que yo pensaba y lo que al perecer muchos creíamos no servía de nada, en mi caso era la primera vez que iba a votar por un presidente, lo que hace años veía que hacía la gente con desgano, por obligación, como si fuera un deber, como si nunca nadie hubiera sufrido y luchado por éste derecho, siempre escuche que se debía de votar por el mal menor, ¿pero porque?, algo que no logro comprender es porque tengo que sentirme descontento con la persona que va a ser mi presidente, por quien me va a representar.

Sobre la situación económica actual.

Una parte de lo que está sucediendo claramente es culpa del gobierno actual, la desazón de la población que manifestó su repudio al modelo actual el día domingo, es culpa de que dicho modelo no se sepa apreciar de buena manera, es también necesario de que el Gobierno haga entender a la sociedad de cuál es el camino a seguir, y que el problema no es el camino que se toma, sino cómo es que se camina, es cierto que los recursos se deben de asignar de una manera más eficiente, sin embargo no podemos pensar que en algún momento todos vamos a llegar a tener el mismo nivel económico, el modelo económico de redistribución de riqueza es exitoso en tanto y en cuanto logra reducir la pobreza, lo cual se ha conseguido, es conocido que uno de los países con peor redistribución en el mundo es Chile, pero a pesar de ello no creo que una persona pobre de Chile quiera ir a vivir en lugar de una persona pobre de Honduras por ejemplo, que es uno de los países reconocido como uno de los que mejor redistribuye la riqueza. El tema es que no hay que ser iguales económicamente, sino que hay que ser iguales ante la ley. Tenemos que entender que más normas no van a hacer una sociedad mejor (las normas entorpecen las actividades y ello lleva a que no sean respetadas), el ser humano debe de aprender a vivir en libertad, es obvio que este aprendizaje va a tener sus deficiencias, pero ello no debe implicar cambiar de camino, sino tan solo aprender a caminar bien, el problema surge cuando los políticos desconocen las normas, cuando las personas piensan en acceder al sistema judicial pero a su vez entran ideando cómo es que van a corromper al funcionario. Entonces si es tan claro que el problema no es el sistema, sino que su producto no es utilizado de manera eficiente, ¿Por qué la mayoría de los peruanos siente que algo no está funcionando? ¿Acaso ello es razón suficiente para cambiarlo todo?, creo que ello es lo más difícil de responder. Tal vez sea porque vivimos en una aún democracia incipiente, en donde existe un cisma entre los peruanos, no es ningún secreto que la mayoría de las personas de la costa no tienen idea de lo que pasa en el Sur o en la Selva, claro está que podemos conocer cifras, escuchar noticias, pero sentir realmente preocupación como si fuera nuestro problema, nunca lo he visto, tal vez sea esa falta de reconocimiento, sentirme tan peruano como otros y que ellos se sientan como yo, quizá sea un utopía, pero intentar llegar a esa meta es lo que puede ayudar a desaparecer la sensación de descontento. Es posible además que el problema sea una serie de factores menores que generan el malestar, como un Estado corrupto e ineficiente, pero del cual no tiene la culpa el sistema económico, sino el político, el cual es incapaz de generar los incentivos correctos, pero ¿por qué?, ¿acaso aquel político no sabe perfectamente que hace años necesitamos una carrera pública?, la cual permita a jóvenes con un futuro expectante en la actividad privada optar por la carrera propiamente dicha, en donde los funcionario no sean acomechados del partido político, gente interesada, una sarta de lambiscones y entenados, una carrera en donde los jóvenes sepan que tan solo su buen desempeño los va a mantener en los puestos de trabajo y los hará ascender.

Pero todo ello es pasado por alto, gente como Humala que utiliza el miedo que genera de delincuencia, Venezuela es uno de los países con una mayo tasa de criminalidad de Latinoamérica, un país en donde se ha llegado a crear una milicia para empoderar aún más a un Presidente o mejor dicho al Dictador, creando un riesgo aún mayor a la sociedad. La delincuencia es un problema social, que no se va a solucionar con un militar, es más, pongámonos en aquellos supuestos; en un cambio económico, en el cual se pretenda distribuir mejor la riqueza, dado ya este cambio estatista (y con las consecuencias consabidas), pregunto ¿Qué riqueza se va a distribuir?, ¿ello acaso no incrementaría la pobreza?, y por ende la delincuencia. La Argentina del Peronismo es uno de los países más inseguros, en el cual las personas viven asediadas por la criminalidad, ¿acaso los asesores de campaña no se dan cuenta de eso? ¿Qué pasa entonces? ¿Qué telaraña se está tejiendo?, ¿qué debemos pensar cuando aquellos políticos que se aborrecían ahora se toman fotos juntos?, ¿por qué tienen que haber jugadas políticas?, ¿acaso la sociedad que es la que tiene que a fin de cuentas sufrir las consecuencias de todo lo que haga el Estado le interesa que hoy unos sean amigos cuando antes era imposible aparentemente?, ¿si fue ahora tan fácil que cambiaran de parecer, por qué no lo van a hacer después? ¿Cómo podemos asegurarnos que los políticos piensen lo que dicen y hagan lo que dicen?.

A causa de ello se me vienen a la mente ideas (estoy seguro que todos van a pensar que mis ideas son por demás tiradas de los pelos, pero que importa, si algunos piensan hoy en día en cambiar la constitución, creo que lo que se me ocurra va a pasar desapercibido), si la cuestión es asegurarnos de que el Estado sea eficiente, de que el Estado cumpla con todos los designios que se le encargó, que tal si lo hacemos como lo hacen todos para que otros cumplan, mediante un contrato, si bien es cierto ya fue relamida la idea del Contrato Social, y del empoderamiento a aquella autoridad que nos permita controlarnos a nosotros mismos, ello en la práctica no se da, imaginemos entonces una concesión a un privado de la gestión del Estado, fragmentar algunas gestiones del Estado, por ejemplo, se firma un contrato con un privado para mejorar la educación, de tal manera que luego de la gestión de 5 años se logre elevar a la educación a un determinado nivel, ergo, si es que a los 5 años no se ha llegado a ese nivel, entonces no se ha cumplido con el contrato y el Estado tiene la facultad de no pagar al privado por el incumplimiento contractual. Ello claro está, me explico en aras de calmar la ira de los que en estos momentos me están insultando, primero no concesionar ningún órgano del Estado que tenga que ver con la soberanía, sino determinas gestiones básicas de gestión social, como la Educación o Salud, aquellas funciones que está acreditado el Estado NUNCA ha sabido realizar, segundo crear un órgano regular de todas estas concesiones (ojo que concesionar no es privatizar, se concesiona por 3 o cualquier número de años y luego regresa a dominio del Estado), dirigido no por políticos, sino por representantes de la sociedad civil, personas que desde antes cumplen funciones y no necesitarían regalar polos para formar parte de este consejo consultivo del órgano regulador, como por ejemplo dirigentes universitarios, dirigentes sindicales, representantes del sector empresarial, el defensor del pueblo, etc. Algunos una vez en clases me dijeron que ninguna empresa va a querer encargarse de ésta actividad porque no vendría a ser rentable, bueno, creo que es discutible, primero porque ya existe un presupuesto por la educación (pago del precio por el servicio), segundo porque siendo una empresa más eficiente va a desperdiciar menos dinero, tercero porque siendo en la actividad empresarial menor el índice de corrupción, se va a gastar menos dinero, por lo tanto todo ese dinero ahorrado va a los bolsillos del privado.

La alegoría del carruaje

Lo antes dicho por un lado, pero saliendo del trance utópico, y pasando a la realidad, considero que el secreto está en fortalecer la clase media, así pues ideemos un carruaje tirado por caballos, así los caballos son la clase media (sé que parece algo un poco duro la referencia, pero siendo aquellos que realizan todo el trabajo, que laboran en horarios interminables, los que tienen trabajo pero no es bien remunerado, cabe darse ese lugar), el conductor es la clase acomodada (digo acomodada porque el conductor esta acomodado en su silla y dirige a los caballos, son los grandes empresarios accionistas de los grupos económicos que tan solo dicen que hacer y tienen un ejército de contadores, ingenieros, gerentes y abogados que hacen todo por ellos), y por último la carreta que son los pobres (nuevamente una representación muy dura e insensible, pero lo atribuyo así porque como se aprecia a la economía no le parece importar mucho el pobre, es más lo jala a donde ella decide ir). Esa es la imagen que percato y no digo que esté mal, pero es claro, las grandes empresas dirigen la economía, la gran mayoría del Perú trabaja para seguir lo que prescriben estás empresas y las clases sociales más bajas tan solo los siguen, sin importar si lo quieren o no, puede ser que los caballos a veces reclamen, la empresa a veces les dará de comer y otras veces tan solo los arriará y ellos avanzarán con temor, pero el que está en la pobreza no puede ni reclamar, a los grupos empresariales no les importa que 20 pobladores de Sojamure estén descontentos (sé que es cruel ver al pobre como una carga y es muy probable que esté cometiendo un graso error, pero creo que en algún momento debemos de ubicar realmente el problema, hay algo que está mal y no sabemos qué es, pues empecemos a ver las cosas como realmente son y no como quisiéramos que sean). Entonces, tenemos que para que el carruaje avance más rápido tenemos que desaparecer la carga, esto es eliminar la pobreza o sino tener más caballos, esto es que algunos ricos pasen a ser caballos y ciertos pobre pasen a ayudar a jalar la carreta (en cierta medida me pareciera que sigo dando vueltas por un simple chorreo acelerado, pero las ideas son para mejorarse y evolucionar).

Escucho en todos lados que hoy en día a los jóvenes ya no les interesa la política, que hemos desaparecido en la participación de la vida política de nuestro País, se hacen homenajes al Mayo del 68, ponen de ejemplo a aquellos jóvenes y nos menosprecian, hablan de los mártires apristas y nos dejar por los suelos, como si fuéramos una generación absurda, aletargada. Río irónicamente y pregunto ¿para que?, ¿no hemos comprobado que somos minoría y que al fin y a cabo no sirvió lo que nosotros pensamos?, eso es democracia, ¿eso es democracia?.

No reniego de aquellos que votaron por otro, me parece una absurdo canalla llamar ignorantes a aquellos que no han votado por quien nosotros queremos que voten, ello es por demás egoísta y ayuda a seguir incrementando las brechas sociales en nuestro país, incluso si me pongo en el lugar de ellos, se puede advertir que lo que ellos han hecho ha sido tan solo un análisis de costo beneficio, me es menos costoso elegir a una persona que me va a dar un poco de dinero en este momento, aunque no me valla a dar después, porque lo necesito ahora debido a que por la pobreza no tengo nada de dinero, y ello no se puede esperar el chorreo. Por eso dicho sistema hace sufrir de manera inhumana a los pobres mientras esperan que les caiga el chorreo, pero nuevamente, si cambiamos el modelo económico, podemos auxiliar hoy al pobre, pero mañana ya no tendremos con que, volvemos a temas de redistribución, que no es más que afianzar la clase media y acelerar el chorreo.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo! Hace un tiempo realicé un curso online sobre como gestionar los recursos y, aunque en la teoría todo es muy bonito, a la práctica no todo reluce igual. Saludos!

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  2. FELICITACIONES RODOLFO, ME PARECE UN ARTICULO MUY INTERESANTE Y AMPLIO SOBRE EL TEMA, ESTA CLARO QUE LOS JÓVENES DEBEMOS SER PARTÍCIPES DE LA POLÍTICA DE NUESTRO PAÍS Y NO ESPERAR A SER DEJADOS DE LADO...OJALA LA GENTE TOME CONCIENCIA SOBRE LA REALIDAD DE NUESTRA SOCIEDAD Y PUEDAN EMITIR EN LAS PROXIMAS ELECCIONES UN VOTO A CONCIENCIA Y RESPONSABLE.
    ANNIE MORENO L.

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