LA PERSPECTIVA DE UN ESTUDIANTE UNIVERSITARIO
Enmanuel Abanto Frenandez, Estudiante de Pre-grado del 8v0 Ciclo de Derecho. Universidad Privada del Norte.
Hoy, para todos aquellos, que estamos inmersos en el mundo de las leyes, las doctrinas, aquellas tendencias jurisprudenciales que marcan nuestra interpretación legislativa, entre toda otra fuente de derecho que nos permita fundamentar de manera más rica y abundante las posturas que tenemos frente a las instituciones jurídicas con las que lidiamos a diario; para todos aquellos que a diario nos esmeramos por conocer instituciones y ficciones jurídico procesales que nos ayuden a ganar un proceso judicial a favor de nuestros patrocinados o reducir la pena impuesta a éstos, o aquellos que estamos pendientes a las publicaciones en nuestro Diario Oficial El Peruano para verificar si se promulga alguna ley favorable al régimen legal de la empresa para la cual trabajamos como asesores legales, para aquellos magistrados preocupados y esmerados por la inmaculada pulcritud de la motivación de sus resoluciones, para todos nosotros y muchos más, les quiero hacer una pregunta ¿PORQUÉ DERECHO?, ¿PORQUÉ ESCOGIERON ÉSTA APASIONANTE CARRERA?.
En verdad quiero dirigir mis palabras a manera de flecha incisiva que nos toque en lo más profundo de nuestras almas y raciocinios, y pensemos realmente si estaremos logrando con esta carrera lo que planeamos en un principio; tal vez arriesgue mucho al escribir éstas líneas, pues mis palabras pueden sonar ha llamado a la conciencia de alguna secta religiosa, PERO NO, hoy quiero relatarles pequeñas historias desde la humilde posición de un estudiante de sexto ciclo de derecho.
Pues me pregunto y ¿Porqué Derecho? Al ver a una madre abandonada, con tres hijos a cuestas, el menor de ellos con problemas de autismo, que no le sirve de nada accionar una demanda de alimentos contra el padre de los menores, pues éste se declara en insolvencia y todos los bienes con que contaba los transfirió a nombre de su madre para que el juzgado no pueda ordenar ningún tipo de medida contra dichos bienes, mientras estos menores se encuentran ante la incertidumbre si mañana su madre tendrá ropa que lavar y planchar para darles de comer. Y ¿Porqué Derecho? Si los hombres de leyes no podemos darles de comer a estos niños, ¿Porqué el Derecho? Si esta madre y sus hijos no encuentran justicia en una sentencia judicial que no logra nada, sólo que los menores vean a papá y mamá peleando y en su defecto a su padre en la cárcel por no querer pasarles una pensión justa . Pues impotente comienzo a pensar si realmente cada vez que me convierto en más abogado me convierto en persona más justa, o es acaso una lógica innegable que cada vez que me convierto en más profesional voy siendo menos persona. PUES NO, queridos amigos no podemos dejarnos llevar por el tedio y displicencia que genera el día a día, debemos convertirnos en cada día cada vez más y más abogados pero a la vez más y más personas, pues nuestro gran fin como profesionales es ser justos e impartirla en base a nuestros conocimientos, y para lograr eso primero debemos tener firmes nuestros pilares de personas. Cierta vez se me ocurría que nos dan un título para ejercer una carrera, pero no nos dan título para ser mejores personas, pues eso es algo que todos debemos labrar. El ser abogados no nos debe distanciar de esto, por el contrario debería unirnos más a dicho aspecto, pues trabajamos con uno de los fines más sublimes del ser humano La Justicia.
Un lunes por la tarde tuve la experiencia más jurídica y a la vez menos jurídica de mi vida, regresaba de una inspiradora clase de Derecho Procesal Penal, con el código Penal y Procesal Penal en la mano, al sentarme en el último asiento del bus donde me dirigía a mi casa, un pequeño niño que no pasaba los 8 años, se quedó plasmado en la portada del cuerpo de leyes que mencioné líneas atrás; pues bien procedí a ofrecerle que lo viera y se lo presté, el pequeño tomó el libro y con unas ansias subliminales lo comenzó a examinar como algo venido de un mundo extraño, y así comenzó una de las conversaciones que más marcaron mi ser; él preguntó ¿Qué es esto? Y de la manera más inocente espero una respuesta de mi parte, y sin entrar en detalles le comencé a explicar la función del derecho penal en analogía a la función de los castigos impuestos por mamá en el hogar al romper las reglas de éste. Pues bien le expliqué todo de manera muy sencilla y entendible a oídos de nuestro joven amigo, pero llegó la pregunta que dejó una de las huellas mas marcadas en mi vida profesional, y fue cuando el miró hacia mí de manera cándida y dijo y señor ¿Quién es el juez para castigar a las personas? Y saben queridos amigos no supe que decir, pues si hubiera estado hablando con alguien que sepa del tema jurídico, pude haber hablado del tema de la jurisdicción y que dicho poder deviene del contrato social y toda la explicación jurídica del caso, pero la verdad no supe como explicar a un niño de no más de 8 años quién es el juez. Esto me lleva a la siguiente reflexión primero la importante función de los jueces pues deben ser personas y profesionales de perfil íntegro, y que no deben demorar sentencias judiciales meses de meses solo escudados en la bendita carga procesal, tampoco necesitamos jueces que dejen a sus asistentes hacer su trabajo y que éstos sean quienes piensen las sentencias y autos, y que ellos solo presten sus firmas y sellos para la mera formalización de los documentos, ¿Así planean impartir justicia?, conocí a un señor que esperó años por justicia, y su expediente se encontraba expedito en el despacho del juez para que este sea resuelto cerca de un año, este viejo hombre se fue a la tumba sin encontrar justicia en sus actos, sin buscar llegar a ser dramáticos con el ejemplo me pregunto ¿Así se imparte justicia en mi país? Que se supone es un Estado Democrático de Derecho, pues busquemos que nuestros jueces en verdad impartan Tutela Jurisdiccional Efectiva como lo dicta nuestra Carta Magna, pues no creo que con lo tardía que es nuestra justicia realmente se siga llamando justicia, pues amigos jueces a ponerse las pilas que nuestro país los necesita, pues la justicia no se imparte aceptando “invitaciones sospechosas” con pretextos académicos o con jueces sorprendidos por la OCMA en actos de corrupción (sin pensar en todos los que no son descubiertos)y pues si no piensan hacer honor a la carrera y su puesto, vayan pensando en otro trabajo. La segunda reflexión que me dio nuestro joven amigo en el bus, fue que nuestra carrera es una carrera de servicio, y tenemos que estar preparados para explicar cualquier tema de la especialidad, a todo tipo de personas, porque queridos lectores no siempre estaremos frente a gerentes o ejecutivos de empresas dando nuestro punto de vista jurídico acerca de la vida de la empresa para la cual trabajamos, o no siempre estaremos haciendo informes para gente que entienda nuestra terminología, a veces tendremos que llegar a nuestros clientes de la manera más profunda sin importar el nivel sociocultural o académico que ellos tengan, pues nosotros velaremos porque se cumpla el debido respeto de sus derechos y velaremos por sus intereses legales y estamos en la obligación de que ellos entiendan que está pasando con sus derechos, pues señores es un gran compromiso. Así me di cuenta que cada vez que aprenda una institución nueva de nuestro querido Derecho, también aprenderé una palabra nueva para saber explicarla a cualquier persona que la requiera, pues de que nos sirve el conocimiento si no sabemos transmitirlo.
Tal vez éstas líneas pude haberlas dedicado al estudio de alguna institución procesal de mi agrado o de gran debate, o tal vez pude haber hablado de otros temas controversiales de nuestra vasta carrera pero con éstas pequeñas reflexiones pretendo hacer pensar a todos, lo importante que es nuestra carrera, pues no debemos perdernos en el estudio constante y esmerado de ficciones jurídico-legales que sólo nos hacen más profesionales también debemos aprender a ser más humanos cada día. También pretendo hacernos conscientes de que la administración de justicia de nuestro país está en nuestras manos como operadores jurídicos, pues luchemos porque dicha distribución sea lo mejor posible, para que cada día nos vean como más abogados, y no como ahora, que nos ven como más tramitadores con artimañas y buenas relaciones. Con todo esto espero así aprendamos a ser abogados.
En verdad quiero dirigir mis palabras a manera de flecha incisiva que nos toque en lo más profundo de nuestras almas y raciocinios, y pensemos realmente si estaremos logrando con esta carrera lo que planeamos en un principio; tal vez arriesgue mucho al escribir éstas líneas, pues mis palabras pueden sonar ha llamado a la conciencia de alguna secta religiosa, PERO NO, hoy quiero relatarles pequeñas historias desde la humilde posición de un estudiante de sexto ciclo de derecho.
Pues me pregunto y ¿Porqué Derecho? Al ver a una madre abandonada, con tres hijos a cuestas, el menor de ellos con problemas de autismo, que no le sirve de nada accionar una demanda de alimentos contra el padre de los menores, pues éste se declara en insolvencia y todos los bienes con que contaba los transfirió a nombre de su madre para que el juzgado no pueda ordenar ningún tipo de medida contra dichos bienes, mientras estos menores se encuentran ante la incertidumbre si mañana su madre tendrá ropa que lavar y planchar para darles de comer. Y ¿Porqué Derecho? Si los hombres de leyes no podemos darles de comer a estos niños, ¿Porqué el Derecho? Si esta madre y sus hijos no encuentran justicia en una sentencia judicial que no logra nada, sólo que los menores vean a papá y mamá peleando y en su defecto a su padre en la cárcel por no querer pasarles una pensión justa . Pues impotente comienzo a pensar si realmente cada vez que me convierto en más abogado me convierto en persona más justa, o es acaso una lógica innegable que cada vez que me convierto en más profesional voy siendo menos persona. PUES NO, queridos amigos no podemos dejarnos llevar por el tedio y displicencia que genera el día a día, debemos convertirnos en cada día cada vez más y más abogados pero a la vez más y más personas, pues nuestro gran fin como profesionales es ser justos e impartirla en base a nuestros conocimientos, y para lograr eso primero debemos tener firmes nuestros pilares de personas. Cierta vez se me ocurría que nos dan un título para ejercer una carrera, pero no nos dan título para ser mejores personas, pues eso es algo que todos debemos labrar. El ser abogados no nos debe distanciar de esto, por el contrario debería unirnos más a dicho aspecto, pues trabajamos con uno de los fines más sublimes del ser humano La Justicia.
Un lunes por la tarde tuve la experiencia más jurídica y a la vez menos jurídica de mi vida, regresaba de una inspiradora clase de Derecho Procesal Penal, con el código Penal y Procesal Penal en la mano, al sentarme en el último asiento del bus donde me dirigía a mi casa, un pequeño niño que no pasaba los 8 años, se quedó plasmado en la portada del cuerpo de leyes que mencioné líneas atrás; pues bien procedí a ofrecerle que lo viera y se lo presté, el pequeño tomó el libro y con unas ansias subliminales lo comenzó a examinar como algo venido de un mundo extraño, y así comenzó una de las conversaciones que más marcaron mi ser; él preguntó ¿Qué es esto? Y de la manera más inocente espero una respuesta de mi parte, y sin entrar en detalles le comencé a explicar la función del derecho penal en analogía a la función de los castigos impuestos por mamá en el hogar al romper las reglas de éste. Pues bien le expliqué todo de manera muy sencilla y entendible a oídos de nuestro joven amigo, pero llegó la pregunta que dejó una de las huellas mas marcadas en mi vida profesional, y fue cuando el miró hacia mí de manera cándida y dijo y señor ¿Quién es el juez para castigar a las personas? Y saben queridos amigos no supe que decir, pues si hubiera estado hablando con alguien que sepa del tema jurídico, pude haber hablado del tema de la jurisdicción y que dicho poder deviene del contrato social y toda la explicación jurídica del caso, pero la verdad no supe como explicar a un niño de no más de 8 años quién es el juez. Esto me lleva a la siguiente reflexión primero la importante función de los jueces pues deben ser personas y profesionales de perfil íntegro, y que no deben demorar sentencias judiciales meses de meses solo escudados en la bendita carga procesal, tampoco necesitamos jueces que dejen a sus asistentes hacer su trabajo y que éstos sean quienes piensen las sentencias y autos, y que ellos solo presten sus firmas y sellos para la mera formalización de los documentos, ¿Así planean impartir justicia?, conocí a un señor que esperó años por justicia, y su expediente se encontraba expedito en el despacho del juez para que este sea resuelto cerca de un año, este viejo hombre se fue a la tumba sin encontrar justicia en sus actos, sin buscar llegar a ser dramáticos con el ejemplo me pregunto ¿Así se imparte justicia en mi país? Que se supone es un Estado Democrático de Derecho, pues busquemos que nuestros jueces en verdad impartan Tutela Jurisdiccional Efectiva como lo dicta nuestra Carta Magna, pues no creo que con lo tardía que es nuestra justicia realmente se siga llamando justicia, pues amigos jueces a ponerse las pilas que nuestro país los necesita, pues la justicia no se imparte aceptando “invitaciones sospechosas” con pretextos académicos o con jueces sorprendidos por la OCMA en actos de corrupción (sin pensar en todos los que no son descubiertos)y pues si no piensan hacer honor a la carrera y su puesto, vayan pensando en otro trabajo. La segunda reflexión que me dio nuestro joven amigo en el bus, fue que nuestra carrera es una carrera de servicio, y tenemos que estar preparados para explicar cualquier tema de la especialidad, a todo tipo de personas, porque queridos lectores no siempre estaremos frente a gerentes o ejecutivos de empresas dando nuestro punto de vista jurídico acerca de la vida de la empresa para la cual trabajamos, o no siempre estaremos haciendo informes para gente que entienda nuestra terminología, a veces tendremos que llegar a nuestros clientes de la manera más profunda sin importar el nivel sociocultural o académico que ellos tengan, pues nosotros velaremos porque se cumpla el debido respeto de sus derechos y velaremos por sus intereses legales y estamos en la obligación de que ellos entiendan que está pasando con sus derechos, pues señores es un gran compromiso. Así me di cuenta que cada vez que aprenda una institución nueva de nuestro querido Derecho, también aprenderé una palabra nueva para saber explicarla a cualquier persona que la requiera, pues de que nos sirve el conocimiento si no sabemos transmitirlo.
Tal vez éstas líneas pude haberlas dedicado al estudio de alguna institución procesal de mi agrado o de gran debate, o tal vez pude haber hablado de otros temas controversiales de nuestra vasta carrera pero con éstas pequeñas reflexiones pretendo hacer pensar a todos, lo importante que es nuestra carrera, pues no debemos perdernos en el estudio constante y esmerado de ficciones jurídico-legales que sólo nos hacen más profesionales también debemos aprender a ser más humanos cada día. También pretendo hacernos conscientes de que la administración de justicia de nuestro país está en nuestras manos como operadores jurídicos, pues luchemos porque dicha distribución sea lo mejor posible, para que cada día nos vean como más abogados, y no como ahora, que nos ven como más tramitadores con artimañas y buenas relaciones. Con todo esto espero así aprendamos a ser abogados.
Muy interesante el artículo, el analisis realista de nuestra carrera y sobre todo que los únicos que tienen la solución a los males que sufre, simplemente somos nosotros.
ResponderEliminarMuy bueno el artículo...reflexiónemos que solo los jovenes podemos ser parte de un gran cambio por darle el renombre que se merece a nuestra carrera de derecho. Felicitaciones.
ResponderEliminarCarla Barreto Menesee.
Piura.
Annie Moreno Lizarzaburu- estudiante de 7to ciclo Derecho- UPN.
ResponderEliminarFELICITACIONES ENMANUEL, CON TODA SINCERIDAD TE DIGO QUE ESTE ARTÍCULO ME PARECE EXCELENTE, NO SOLO ERES UN MUY BUEN ALUMNO SINO ADEMÁS UNA PERSONA CON GRANDES ASPIRACIONES EN LA VIDA, Y VAS OBTENIENDO LO QUE COSECHAS AMIGO Y COMPAÑERO DE CLASE.
COMPARTO TU OPINIÓN AL SEÑALAR QUE NOSOTROS NO SOLAMENTE DEBEMOS ABOCARNOS A SER GRANDES ABOGADOS SINO TAMBIÉN A ESMERARNOS POR MEJORAR COMO PERSONA DÍA A DÍA, TAMBIÉN PUEDO PRECISAR MI TOTAL ACUERDO EN QUE EL ABOGADO DEBE ESTAR PREPARADO PARA TODO EN LA ACTUALIDAD, RECORDEMOS QUE NUESTRA CARRERA SE BASA EN EL CONOCIMIENTO DE TODO, NO SOLO EN LO QUE ESTÁ INMERSO EN LAS LEYES Y LOS CÓDIGOS, SINO TAMBIÉN EN TODOS LOS ÁMBITOS: CULTURA, ECONOMÍA, POLÍTICA, ETC PARA PODER ESTAR ABIERTOS A TODA CLASE DE PROBLEMÁTICA Y AFRENTAR LOS RETOS QUE SE NOS PRESENTEN EN EL DIARIO ACTUAR ; NO POR GUSTO SE LE DENOMINA DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS, ENTONCES... DE DICHO MODO PODEMOS ESTAR ORGULLOSOS DE SER LLAMADOS DOCTORES.
Es cierto lo que dice Enmanuel, si nos ponemos a pensar, hoy en día las universidades forman futuros abogados, solo por formar, no hay cursos que tiendan a formar los valores y prepare al alumno para enfrentar la realidad. Creo que no todos deberían estudiar derecho, debe de haber una señección previa y solo admitir a aquellos que realmente tienen vocacion por la profesión, creo que desde allí podemos extirpar algunos males que aqueja a nuestra carrera.
ResponderEliminarPiero Mendoza Rios. Derecho-UPS
Al leer el articulo, me eh puesto a pensar muy seriamente en que el estudiar la carrera de Derecho No es simplemente el obtener un grado, si no el “Hecho” ayudar y velar por la sociedad, quien necesita de nosotros para ser mejor, como sostiene el compañero de la UPN, es una carrera de servicio, de conciencia, y de sensibilización, el ser estudiante de derecho significa: Saber ser Persona, que creo que es lo mas importante en nuestra actual sociedad.
ResponderEliminarFelicitaciones muy buen articulo.
kyc
Bueno e inspirador...te felicito amigo..
ResponderEliminarGerardo Carranza Tello - Loreto
años!! pasamos! diciendo !que los jovenes como el futuro de mañana! pero donde esta la lealtad del ser humano!! mientras que estamos en pequeñas catedras!! damos todo el amor de la carrera! y al termino de la carrera nos volvemos distintos! sera ? que un sol nos cambio!o por que los que nunca tuvieron se deslumbraron! quisiera! decirles nunca se manches! las manos! el alma! por unos cuantos soles! y este articulo tiene la verdad de los jovenes abogados! por que somos nosotros quien tenemos la justicia en las manos! somos nosotros! que con nuestro esfuerzo ayudaremos a esas personas que muchas veces culpables o inocentes requieren nuestra ayuda!.... exelente !! ensayo !! que alegria me da decir que dentro dela universidad en la que me encuentro ayc chicos! como! el !!...
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